Wednesday, May 12, 2010

Raleigh

Fue en esta ocasion el olor a cigarrillo lo que me hizo recordarle y voltear a buscar su figura esbelta y decaída.
Pero no había nadie. El humo emanaba de algun lugar cercano, eso era cierto, sin embargo no lograba localizar a ningún ente en los alrededores. Era de día pero la plaza estaba practicamente desierta. Con claridad percibía el peculiar aroma del tabaco que el solía fumar; es fuerte y te reseca la garganta y la nariz.
Recuerdo que alguna vez alguien dijo al mencionar esa marca: "Uff.. malísimos!". Pero eran los que a el le gustaban.
Nunca me agradó, pero sentí alegría de olerlo en esta ocasión.

2 comments:

Aída A. said...

Te confieso algo!?
Cuando supe de tu perdida, siempre quise hablarte.. Lu me dio tu # de móvil o casa, sigue anotado en el pizarron de plumon que esta en la cocina de mi casa... no es tanto porque seamos o no cercanas, fue mas bien porque es un momento tan dificíl en el que resulta complicado intentar dar un consuelo. En fin linda, espero darte un abrazo pronto!

Patricia Castillo said...

Gracias Aida! y no te preocupes, así como lo dices, en esos días no se tiene cabeza para nada. Me ha tocado estar tambien del otro lado y se que es difícil el atinarle a las palabras para dar un consuelo... así que don´t worry!! :P pero llamame :P ahahaha