La alegría de la vida deriva de correr riesgos.
No todo el mundo te amará, pero tu si puedes amar a quien desees.
Tal vez no quieres que te lastimen pero es mejor aprender de la experiencia sabiendo que diste todo lo que podías ofrecer.
Los únicos que realmente sufren son aquellos que saben que las cosas pudieron haber sido mucho mejores, mucho mas emocionantes, mucho mas bellas, pero no lo fueron...
Porque nunca pasaron...
Porque no se atrevieron...
Ivette Conde
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