El

Su respiracion en mi oreja, su lengua en mi oido (y la musica de fondo).

Se levanta y me da la espalda. Luego peleamos. Es muy brusco y no entiende de esto.

Regresa a mi oido pero la musica se ha ido.

Se recuesta en mi pecho, sereno, clavando sus uñas en uno de mis brazos.

Se tranquiliza aun mas mientras yo presto atencion a todo menos a el, hasta que de nueva cuenta empuña y rasga mi piel.

Solo unas cuantas luces, una pantalla y mi cabeza.

Voltea hacia mi de una manera tierna y fugaz. No dice nada, no habla.

Coloca su cuerpo de una forma en que quedamos de frente. Puedo ver como sus ojos se entrecierran por el sueño que trajo la noche.

Se acomoda de nuevo y me da un beso. Suelta un suspiro.

Decide dormir.

Saludo al Recuerdo

En este preciso momento aceptaré que aún lo extraño mucho.

Tengo muy buenos recuerdos al lado suyo, como las veces que, “sin dormir“, esperaba ansiosa su llegada, porque venía de muy lejos y seguramente algún regalo era para mi.
O cuando llegaba la pizza, las flores... o simplemente unos burritos que le sobraron de la hora de la comida (que bien sabían!).

El acurrucarme a su lado era la mejor sensación: el calor, la protección, jeopardy! jaja siempre me gustó más la rueda de la fortuna, pero la versión gringa. Pensaba, imaginaba, daba vueltas una y otra vez dentro de mi cabeza como le habían hecho para colocar a la muchacha abajo de los participantes para que despues de seleccionar una letra, ella pudiera voltearlas y darles algunos puntos. Las pastillas de chiquitolina existían! Me constaba! Nunca le pregunté si realmente sucedía de esa manera porque yo estaba segura, me limitaba a, junto con él, tratar de adivinar las frases (yo siempre fallaba, no sabía inglés).

Mi primera vez en el barco donde a propósito quize sentir un mareo.
Mi muñeca irlandesa, mis soldados ingleses y mi cuchara de no se donde.
Las carnes asadas con toda la familia (y el caldito de la carne).
Las monedas recibidas después de cantar “ahí viene la aaaa“.
Los besos de buenas noches (cada vez menos frecuentes).
Mi capricho de graduación de primaria.
Las mañanas con Ruiz-Healy (de ahí el gusto).
Los crucigramas del periódico.
Los primeros préstamos del carro.
El eterno futbol.
El closet lleno de camisas y pantalones de vestir.
Sus lágrimas al teléfono estando yo lejos.

¿Memorias inútiles?
En este preciso momento es eso lo que recuerdo, lo que quiero que marque mi vida.
Lo demás ya se fue.

Así son las cosas

A veces se me olvida que debo de observar un poco mas detenidamente lo que pasa en todo instante. Percaterme de que en ocasiones, no es suficiente con ver donde mismo, aunque no es facil.

Facilmente me distraigo y le doy demasiada atencion a las cosas mas banales, que a la vez son las mas obvias, y dejo de lado aquellas que causan una felicidad tan pasajera como su aparicion pero tan memorable como tu vida entera.

La lluvia intermitente, la mirada de un extraño, el retumbar de una cancion en la cabeza, la sensacion de una superficie rasposa en cada uno de los dedos de las manos. Así de importantes como el recordar la última vez que besaste los labios de alguien por la primera vez. Que sensaciones.

Hoy recordé todo esto al pasar por el mismo camino de todos los días, por el que comunmente, detengo mis ojos en lo mismo: el espectacular de siempre, los mismos pasos para salir de casa, everything as usual.

Pero nada se acaba, ni nada es infinito, viene y va, percibido o no, enorme o pequeño.
Y nosotros comenzamos un día nuevo, esperando que lo que ayer existía no se haya muerto con el sueño, que el fuego aún queme y que los ojos lloren.

Y olvido de nuevo.

Frase del dia

Y que mi madre dice: denle vuelo al tirlango, que al fin y al cabo es jabón que no se gasta. Jajaja a veces mi mama se la rifa :-D