Breve relato acerca de la muerte. Parte 1

¿Haz imaginado alguna vez como reaccionarías si tuvieras frente a ti a alguien que sabes va a morir? ¿Que le dirías? ¿Como le hablarías?

¿Ya comiste? ¿Quien vino? ¿Quieres algo? ¿Agua? ¿Un cigarro???? ¿Seguro que quieres un cigarro???? Esta bien, ahorita vengo.

Ese fue el inicio de la última conversación. Las respuestas, como podrán imaginarlas, eran en su mayoría monosilábicas ya que su deteriorado estado de salud no le permitía siquiera elaborar palabras con fuerza, su voz estaba quebrada y su respiración agitada. Sus manos, sus pies, incluso me atrevería a decir que su cuerpo, tenían apenas la fortaleza necesaria para que, ayudado por un jalon de manos, pudiera sentarse en la cama.

Aquí está el agua, deja te prendo el cigarro. ¿Te quieres bañar?
Sí.
Ok, espérame poquito, vuelvo cuando te acabes el cigarro, ¿Te quedas sentado?
Sí.

Era obvio que la falta de fuerza no le permitiría sostenerse para tomar el baño que deseaba.
Pero el así lo quería. Quizo agua, quizo un cigarro, y ahora quería un baño.
Solución: Alguien fuerte para que le ayudara, sexo masculino y familiar, para evitar negaciones y que todo pudiera suceder más rápido.

Tu sabes que el fin de su vida se acerca, pero eres tan cobarde que te lo tragas hasta que alguien más lo descubra y no seas quien tenga que pronuncias esas palabras por primera vez.

Ahorita viene tu hijo, el te va a ayudar ¿ok?
Ok.
¿Quieres algo más? ¿Estás bien? ¿Te quieres acostar?
Así estoy bien.
Bueno, estaré en la cocina.
Ok.

Maldita cobardía! ¿Eres tan miedoso que prefieres callar hasta que alguien más lo descubra? Enfréntalo! No hay vuelta hacia atrás! No existe un día más! Hoy tu vida cambiará.

Unos 40 minutos despues, llego su hijo.

Está mal. Sabes que no durará mucho, ¿verdad?
Sí (con una voz tenue y quebrada, desviando la mirada, fingiendo que buscas la ropa que se pondrá despues del baño).

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